Historias mínimas de Alta Gracia, hoy: "el Pulpo de la Bateíta..." por Osvaldo Rugani

Relatos de nuestra ciudad contadas tal vez en una mesa de café, en un bar, con la doñita en la puerta de la verdulería o mientras barre la vereda o quizás en una reunión familiar o en la esquina del barrio...          Esto sucedió hace treinta y pico de años (treinta y siete me apuntan por ahí), en ese tramo del arroyo Chicantoltina, que significa "aguas frías" y que nosotros le decíamos arroyo Alta Gracia, denominado "La Bateíta". ¿Qué, no sabes donde queda...? Mirá, pasás el puente San Martín, agarrás arroyo abajo y ahí donde dobla  pal sur y se corta la calle, en el vado, donde hay una pasarela pa' que pase la gente, ahicito mismo tá el pozo de agua susodicho... Escucho que le comentan a un despistado...    Bueno, resulta ser que acertó pasar por el lugar el "Negro Pasa", que hacía changas en albañilería y más, como no te vas a acordar, hermano de "Culacho", conocido lustrabotas que junto a "Filtrique" y el "Negro Michiringo" al que también le decían "Pava Negra" tenían su "oficina"  en la vereda del Petit Colón... En fin, según dicen que por lo cerrado de la noche, de esas que meten miedo a cualquiera o acaso por los efectos causados por una extenuante gira por "Los Mineros" y/o la "Polar" y/o, o/y... Nuestro personaje en cuestión tuvo una inesperada aparición (me salió en versito). Una sombra, un bulto se agitaba en las aguas, entre las piedras y... sorpresivamente lo atacó. Gran susto gran... No se detuvo mucho,como sería que no hizo honor a su apodo: Estaba pálido, blanco como papel.Cuando pudo hablar estaba totalmente convencido de lo que lo había visto y atacado era un pulpo...Sí un inmenso pulpo que además le había "chupado" la sangre... Y como sucede en estas ocasiones, la noticia corrió como reguero de pólvora, la imaginación y la creatividad popular hicieron lo suyo... Ya muchos creyeron también haber visto algo y se hicieron innumerables conjeturas... ¿Cómo era posible tal cosa...? Comentaban que de una pescadería  en las proximidades vaya a saberse como hizo un pequeño pulpo para ganar las aguas del arroyo y alli creció, creció y creció... Por supuesto que fue la excusa perfecta para la desaparición de pollos, gallinas, lechones, etc. de la zona... Ese bicho tenía que alimentarse, me dicen entre risas... Las mamás ya no dejaron bañarse a sus hijos en el lugar y por las noches con linternas, las luces de los autos y hasta palos, por las dudas, mucha gente hacía guardia velando por la aparición del "Monstruo"... Si hasta los medios se acercaron a cubrir la noticia, y no sólo los locales, hasta de Buenos Aires vinieron...   ¿Y que pasó...? Nada, absolutamente nada. Había pasado el momento de fama de la sensacional novedad. Poco a poco la gente fue abandonando el lugar, todo fue diluyéndose, el tiempo se encargó de guardar esta historia en el  baúl de los recuerdos o como diría Alejandro Dolina, en el segundo cajón de la cocina donde van a parar las cosas más insólitas, pero... ¡Sucedió en Alta Gracia...!      Fuentes consultadas: Vecinos de Barrio Sur